Juan R. Inzunza Còrdova

Para la mayoría de los loncochenses residentes en el Infierno de la corrupción, el alcalde Alexis Pineda Ruiz será destituido sí o no aunque recurra a la Corte Suprema.

Las razones.

-El contundente informe de la Controlaría Regional, que no sólo lo destituyó por conducir ebrio un vehículo municipal, sino que por otras peliagudas transgresiones administrativas que no tienen excusas

-Existe jurisprudencia en el paìs respecto a otros alcaldes que fueron destituidos por manejar en estado de ebriedad, consecuencia del rigor de la ley Emilia.

¿Quién sería su sucesor de concretarse la destitución?

En reunión extraordinaria del Concejo Municipal habría dos sesiones para designar al alcalde, si en la primera hubiera empate y este persistiera en una segunda votación, por el imperio de la ley, lo reemplazaría el Concejal que en la última elección municipal obtuvo la primera mayoría, en este caso el PPD, Nelson Vásquez Huenante, quien obtuvo 1314 votos.

Ejercería el cargo, aproximadamente por 13 meses, hasta las elecciones municipales de octubre del 2024.


Lo que nunca sabremos, salvo Satanás, que en las cosas de la polìtica siempre mete la cola, es lo que negociaran los partidos políticos para destrabar el probable empate que se produciría entre la derecha RN EVOPOLIS y los ex partidos de la ex concertación DC, Radicales y PPD

Aquí nada podemos hacer los ciudadanos, salvo opinar, porque la PELEA ES ENTRE PERROS GRANDES

Producto de esta negociación cualquiera de los seis Concejales puede ser el futuro alcalde, siempre y cuando la CORTE SUPREMA deje sin efecto el veredicto de la Contraloría Regional.

A título personal dirè que “La destitución de una alcalde es malo para consolidar el desarrollo estructural de la comuna”.